El
niño ya desde muy pequeño inicia el conocimiento de su entorno tocando los
objetos, poniéndoselos en la boca; el placer que experimenta tocando y
manipulando es grande. Este placer se amplía cuando descubre el poder que tiene
al transformar según que materiales.
En
esta zona el niño irá descubriendo paulatinamente y mediante los materiales que
le ofrezcamos que, aparte del lenguaje oral, se puede expresar desde otra
perspectiva y creará sus propios códigos de imágenes, de colores, de formas…
La importancia de esta zona no es tanto desarrollar unos aprendizajes
“escolares” específicos, sino potenciar al máximo la creatividad y libre
expresión del niño. El niño irá descubriendo paulatinamente, mediante los
materiales que le ofrecemos, que además del lenguaje oral, se puede expresar
desde otra perspectiva y creará sus propios códigos de imágenes, de colores, de
formas....
Las diferentes actividades propuestas al rincón pretenden
ayudar a los niños/as a utilizar el lenguaje plástico para expresar sus ideas y
sus sentimientos a la vez que avanzan en el dominio de las diferentes técnicas
y materiales. La creación es siempre algo muy personal. El adulto no ha de
intervenir proponiendo modelos concretos o corrigiéndoselos, no ha de sugerir
que debe hacer. El poder de imaginación del niño es grande y por lo tanto él
solo ha de escoger. El niño tiene
que manipular libremente el material. Con esta afirmación queremos decir que se
ha de ensuciar, y esto es algo que debe tener muy claro el adulto. Las
posibilidades de investigación son múltiples y dependerán, evidentemente, del
material concreto.
El
objetivo fundamental del rincón será potenciar al máximo la creatividad y libre
expresión del niño; desarrollar la creatividad y fantasía; favorecer el
desarrollo del simbolismo; educar la sensibilidad; expresar sentimientos y
conocimientos mediante técnicas plásticas; desarrollar la percepción y la
observación; favorecer la coordinación óculo-manual; agilizar el trazo y la
motricidad fina; conocer y experimentar con distintos materiales (específicos,
inespecíficos, de desecho…); aproximar al niño al conocimiento y utilización de
diferentes técnicas plásticas; conocer los elementos básicos del lenguaje
plástico; la línea, la forma, la textura, el tamaño, el color, el volumen y la
posición en el espacio.
En
esta zona podemos realizar diferentes actividades como: de dibujo y color; con
papel; de modelado; sumergir los dedos; de pintura; otras actividades.
Esta
zona también requerirá de ciertas normas como: respetar las normas de uso de material, limpiar y recoger cuando
se acaba, respetar y valorar la actividad de los compañeros.
Esta
zona deberá contar con bastante luz natural, para ello lo situaremos junto a
las ventanas del aula. La zona estará dividida a su vez en dos zonas: la zona
húmeda para aquellas actividades que requieran el uso de agua y la zona seca para el resto de actividades.
Toda la zona de trabajo estará
ambientado con dibujos de los niños, murales o reproducciones pictóricas
famosas que sirvan de inspiración al niño.
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